martes, 5 de febrero de 2008

Reforma Universitaria de 1918


Hubo un acontecimiento en Argentina que marcó la transformación de una institución que hasta 1918 había permanecido en una burbuja, en el sentido literal de la palabra, porque tenía la mirada localizada en el pasado político de la Nación y en los privilegios de un grupo social determinado. Estamos hablando de la Universidad, que estaba a destiempo de las transformaciones socioculturales y políticas que se habían suscitado dos años atrás, con la llegada del Gobierno Radical al poder. La Universidad debía adecuarse a las necesidades de la sociedad de esa época y no a la legitimación de un sistema político que había dejado de gobernar.
El espíritu reformista tuvo como herramientas fundamentales desplazar a los grupos que dominaban la conducción de la Universidad dos conceptos fundamentales el de autonomía y cogobierno. También pretendieron establecer la docencia libre y la asistencia libre de los estudiantes. Todo ello se vio plasmado en la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918. Mediante ellos se incluía en el ámbito Universitario a grupos socialmente excluidos y la misma plantearía una relación diferente con el entorno. La Universidad había permanecido en una burbuja, en el sentido literal de la palabra, porque tenía la mirada localizada en el pasado político de la Nación y en los privilegios de un grupo social. Por ello se contradecía con el poder político que gobernaba desde 1916 que era el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen.
En 1912 se realizo una importante reforma en el ámbito electoral, estamos hablando de la Ley Sáenz Peña. Esta ponía de manifiesto las grandes transformaciones que se estaban dando en la República Argentina y que los cambios en las Universidades del país eran solo una cuestión de tiempo. Se vivía un clima de grandes movilizaciones sociales liderada tanto por la clase media como así también por los obreros.

Como ciudadanos argentinos debemos reflexionar sobre la importancia que tuvo esta Reforma Universitaria en las primeras décadas del siglo XX. Importancia no solo a nivel nacional, sino también, fue tomada como punto de partida para transformar otras Universidades de Latinoamérica. Pero, no podemos dejar de lado que el contexto social, político, económico y cultural de nuestros días es diferente al de esa época. Es por eso que debemos pensar que nos encontramos a casi 100 años de esa Reforma y la Universidad sigue buscando sus cambios internos para un mejor funcionamiento y para brindarle a la sociedad profesionales capacitados tanto en el ámbito académico como también en el ámbito laboral.

¿La Universidad se encuentra organizada internamente de acuerdo a la realidad de nuestros días? ¿Sus planes de estudios se adecuan a los nuevos pensamientos científicos? ¿O se volvió tradicional nuevamente?.

Estas son algunas de las preguntas que nos debemos formular como ciudadanos activos, críticos y reflexivos con las capacidades suficientes para poder cambiar aquello que se encuentra en la sociedad y no tiene un funcionamiento acorde a la demanda social del momento.


Nicolás Lemme


1 comentario:

Anónimo dijo...

estas palabras alusivas a la reforma las voy a utilizar para leerlas en un acto de conmemoración de la escuela. me gusto la mirada crítica relacionando con la actualidad